viernes, 30 de diciembre de 2011

Análisis no versado de la crisis

Antecedentes:

Cuando compré mi primera vivienda, hace casi 20 años, tuve que solicitar un crédito al banco, y me encontré con que no me daban más del 30 % de los ingresos o el 70 % del valor de tasación de la vivienda – el menor de ambos -, con esas premisas, que eran las generalizadas, y unos tipos interés por encima del 10 % tuve que adaptarme a mis posibilidades.

En años posteriores y con el arranque del boom inmobiliario, los bancos y la cultura proveniente de USA de objetivos a corto plazo a cualquier precio hicieron que mucha gente ganara mucho dinero en poco tiempo, que los bancos olvidaran las premisas de concesión de crédito. Los tipos de interés se pusieron entre el 3-5 %, y todos nos lanzamos a consumir como si se fuera a acabar el mundo al día siguiente.

Se hicieron nuevos PAU´s en lo que eran secarrales, los pisos se vendían como churros, especularon con ellos y se vendían de cinco en cinco sobre plano, subían de precio de un día a otro, se hicieron por cientos  miles, la mayoría de la gente cambiaba de coche cada pocos años, los aparcamientos de las obras estaban llenos de BMW, Audi, Mercedes, …, los centros comerciales crecían como setas, las administraciones construyeron edificios de todos tipo, y se acometieron obras tan faraónicas como innecesarias e inviables , en definitiva se consumió en diez años como en treinta, las máquinas no daban abasto.
Actualmente:

Los bancos no tienen caja porque el agujero proveniente de su mala cabeza ha hecho que estén colmados de propiedades provenientes de la ejecución de hipotecas originalmente inviables, con lo que han cortado el crédito a las empresas; las administraciones han reducido sus ingresos y no pagan a sus proveedores, con lo que las empresas tampoco cobran los trabajos realizados pero tienen que cumplir con sus obligaciones con los trabajadores, Hacienda, proveedores, … esto ha producido que la gran mayoría de empresas sin músculo económico se han ido al garete.
Conclusiones:

No se si lo que propone el nuevo gobierno será la solución, pero en mi opinión si al que tiene que mover la economía - que somos la mayoría de los trabajadores -, se le suben los impuestos, se le reducen los sueldos y se le empeoran las condiciones laborales y se fuerza su desprotección, no parece que la máquina pueda comenzar a moverse.

Creo que la forma de arrancar el motor tiene que pasar por forzar la concesión de crédito por parte de los bancos a las empresas, todo lo demás es el chocolate del loro y hará sufrir a los más indefensos, que por otra parte, son los de siempre y además se llevará a otro gobierno por delante.